La organización ecológica le reclamó al Congreso de la Nación que no se modifique la ley de bosques, ya que flexibilizaría las restricciones a la desforestación, teniendo en cuenta que esa legislación permitió que el 80% de los bosques nativos estén clasificados por leyes provinciales, y que se haya realizado un ordenamiento territorial de los bosques nativos.
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Desde el año 2014 hay un 40% menos de desforestación, a causa de la sanción de la medida legal que también protege a los glaciares -la cual fue promovida gracias a que la sociedad civil reunió un millón y medio de firmas que se entregaron al Congreso en 2007-, y para salvarla hoy organizaciones ecologistas, sociales e indígenas lanzaron una petición, a través de la web: “salvalasleyesambientales.org”.
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Para empeorar la situación, cuando el Presidente usó la motosierra y comenzó la automutilación del Gobierno, una de las primeras amputaciones fue la del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, sin el cual no se pueden controlar las leyes sobre ecología y biodiversidad.
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Las modificaciones a la legislación provocarán un aumento descontrolado de los desmontes, y esto significa una lenta y sostenida amenaza a la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, la conservación del suelo y el hábitat de numerosas comunidades de pueblos originarios y campesinos.
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Teniendo en cuenta las mejoras de las leyes ambientales la Argentina firmó un compromiso de desforestación cero para el año 2030, pero con las modificaciones propuestas por Milei, básicamente un desfinanciamiento, habría menor cantidad de controles y hasta menos fondos para combatir incendios.
