Vaticinan trabas en el funcionamiento de los nosocomios.
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El Boletín Oficial informó sobre la aparición de un decreto presidencial mediante el que la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) se retira de su rol de intermediaria entre hospitales públicos y obras sociales, dejando su labor respecto al cobro de prestaciones por parte de los afiliados de obras sociales y la devolución de los mismos.
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La SSS tiene registrados 1.063 hospitales que podían tramitar la devolución del costo de las prestaciones realizadas a los usuarios, pero será eliminada la función con el argumento de que actúa de “forma disfuncional en el trámite de facturación, con el consecuente retraso y acumulación de trámites”, y que “no se cumplieron eficazmente los objetivos”.
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Hace pocos días analizaban la posibilidad de convertir a la educación en un servicio esencial, para obstruir los paros docentes, y hoy quieren precarizar el funcionamiento de la salud quitando el apoyo nacional a los hospitales públicos, dejando de lado la esencialidad de la sanidad en la Argentina, decretada en el año 2000 y gestada hace 46 años a partir de las declaraciones de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud en 1978.
