La superioridad de los de Núñez era manifiesta desde el inicio del primer tiempo, teniendo la pelota y manejándola a gusto, aunque sin contundencia y ante un rival con pocas ideas y menos fútbol. Lo destacable en esta parte son las situaciones desperdiciadas: tres de Miguel Borja y una de Pablo Solari. Con una defensa en la que Paulo Díaz mostró su jerarquía en los cruces y Armani era un espectador de lujo.
En la segunda parte llegaron las emociones. La salida de un impreciso Nacho Fernández por Echeverri le cambió la cara, la misma que usó Solari para marcar el primero en forma casual, luego de un rebote en su humanidad a los 27’, y después de un desborde del recién ingresado Diablito. Poco después llegó el tanto definitivo con un golazo espectacular desde 30 metros marcado por Nicolás Fonseca.