Sin tener un dominio claro, porque le faltó continuidad, el Xeneize sacó adelante un partido difícil, porque el local complicó con la presión y el contraataque, y por esa vía encontró a la defensa muy en línea a los 44’ de la primera parte, con Lema perdiendo y Romero saliendo, pero sin evitar que Andrada (Trinidense) definiera a la red en su segunda oportunidad frente al guardavalla.
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Foto: N
Cuando iniciaba el segundo tiempo el mismo Andrada se fue expulsado con una doble amarilla, y esa ventaja le dio mayor dominio a los dirigidos por Diego Martínez, que metió cambios. Recién al promediar la etapa llegó la igualdad, y gracias a la cabeza de Figal y no de los delanteros. Recién en la agonía del complemento Cavani recordó su calidad de goleador y puso el tanto del desequilibrio con un golazo de tiro libre.