El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (Idaa) informó que el consumo anualizado de leche per cápita para 2024 podría cerrar en 156,3 litros, una caída drástica de 37 litros respecto a 2023. Este descenso se traduce en una disminución del 18,5% en el consumo de leche no refrigerada y del 17,3% en la demanda general de lácteos durante el primer semestre del año.
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Foto: María Daniela Varela
Expertos del área agroindustrial alertaron sobre una caída del consumo de frutas y verduras de entre el 30% y el 40% en julio, agravada por el aumento de los costos de producción. Esta situación ha llevado a que muchos productores abandonaran la actividad, especialmente en zonas como el este mendocino, donde varias fincas han quedado en el olvido.
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Foto: María Daniela Varela
El consumo de carne vacuna también ha registrado su nivel más bajo en un siglo, con una proyección anual per cápita de 44,8 kilos. En contraste, la carne porcina ha experimentado un leve incremento en la demanda, con un consumo proyectado de 23 kilos por habitante para 2024, frente a los 21 kilos de 2023, pero esta mejora no es suficiente para compensar las pérdidas generales en el mercado cárnico.
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El desplome se agrava con la caída del poder adquisitivo (17%), que ha golpeado duramente al pequeño comercio, los aumentos de los costos de los servicios, como la electricidad, el gas y el transporte, han limitado la capacidad de compra de los consumidores, que cada vez más recurren a pagar con tarjeta de crédito para cubrir sus necesidades básicas.