Como es habitual, cada miércoles los jubilados, pensionados y retirados se movilizan frente al Congreso reclamando mejoras salariales. Ayer no fue la excepción y la Policía Federal volvió a aplicar el protocolo represivo cuando les cerró el paso y los instó a abandonar la calle y subirse a la vereda, pero a los empujones, por lo que algunos manifestantes fueron tirados al piso y otros fueron gaseados.
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Foto: N
La concentración comenzó a las 13 con un grupo de jubilados de diferentes organizaciones, como el Plenario de Trabajadores Jubilados y Jubilados Insurgentes, que reclamaban mejoras en los haberes y una mínima de $950 mil; a los que se fueron sumando otros representantes de la clase pasiva, independientes y de otros espacios, pero al final se agregaron ambulancias con paramédicos y enfermeros.