Respuestas y repudios a la truculencia acostumbrada.
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El viernes pasado comenzó el periplo presidencial de agresiones en la web, cuando falleció en Buenos Aires, a los 79 años, quien fuera ministro de Salud durante la pandemia en Argentina, Ginés González García, que estaba internado en el Instituto Quirúrgico del Callao, donde luchaba contra un cáncer. Milei se refirió a él como “hiena carroñera”, asegurando que “partió uno de los políticos más siniestros”.
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Como corolario de los dichos públicos del libertario, manifestó lo que algunos consideran “su usual discurso desbocado” y se refirió a la interna peronista, diciendo que le gustaría “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina Kirchner adentro”. Las repercusiones fueron inmediatas y las respuestas surgieron desde todos los frentes, a las que el presidente quiso minimizar afirmando que era “una metáfora”.
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La prensa ha sido una de las áreas más insultadas por el actual líder de la nación argentina, por lo cual uno de los baluartes del periodismo rioplatense, Víctor Hugo Morales, fue uno de los primeros en dar su opinión, asegurando que Milei “en un fin de semana se ha vuelto un ser tan profundamente despreciable que a cualquiera que lo apoye debería darle vergüenza su propia inteligencia”.
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La misma Cristina Kirchner publicó una extensa réplica titulada ¿Así que ahora también me querés matar?, y Juan Grabois escribió: “Aprovechá la necrofilia para desenterrar un cerebro y ponértelo abajo de la peluca, enfermito lobotomizado”. En el ámbito legislativo el senador Carlos Linares presentó un pedido de juicio político, y la diputada Carolina Gaillard -junto a la firma de otros legisladores- promovió una declaración para “repudiar las violentas declaraciones”.
