La noche en el Mario Alberto Kempes era de jolgorio, en un estadio con un gran marco de público, que disfrutó de un partido lleno de emociones, donde pasó de todo para que el equipo de Liniers pasara a la final: siete goles, actuaciones notables, otras horribles, una expulsión y, finalmente, un triunfo agónico, que lo lleva al Fortín a definir el torneo contra Central Córdoba de Santiago del Estero, en Mendoza.
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Boca se plantó en el campo rival y tuvo una chance muy clara que Zeballos desperdició por su acostumbrado y excesivo individualismo, pero tras una jugada espectacular (con error de Advíncula), luego de un rebote Pizzini marcó el primero para el Fortín con un gol de cachetada. Poco después otro desacierto, esta vez de Figal, causó el segundo a las 20’, en contra del defensor.
3/4
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Antes de que terminara el primer tiempo hubo 2 jugadas destacables, descontó Cavani con un cabezazo (digno de sus mejores épocas) a los 43’, y Advíncula fue amonestado (debió ser expulsado), poniéndolo sobre la cuerda floja para el resto del encuentro. El complemento comenzó cargado de sensaciones y con un Advíncula camino a los vestuarios a los 3 minutos de iniciado el segundo tiempo y tras una roja directa.
4/4
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Jugando con desventajas (numérica y en el tanteador) los de la ribera apuntaron al milagro boquense, ya que fueron al frente contra los de Quinteros, que tenían pocas iniciativas. Zeballos marcó la igualdad a los 25’ despertando el sueño de un pase épico, y Belmonte anotó el tercero desatando la euforia. Pero el ingresado Agustín Bouzat, surgido en las inferiores xeneizes, anotó un doblete (40’ y 45’) que dejó a Boca con las manos vacías.