El noreste argentino enfrenta una ola de calor extrema con alerta roja en el noroeste de Corrientes, el este de Chaco y el sureste de Formosa, lo que implica riesgos graves para la salud de la población. En el resto de ambas provincias, rige un aviso amarillo, indicando efectos moderados. Según estudios, las temperaturas elevadas aumentan la morbilidad y la mortalidad, afectando incluso a personas saludables.