Desde Cleopatra hasta Enheduanna, la historia revela que el poder femenino ha trascendido el tiempo, aunque muchas veces ha sido reducido a un papel secundario. Mientras que la reina egipcia fue descrita como una seductora, su verdadera fortaleza radicó en su capacidad estratégica para gobernar Egipto con autonomía. De igual modo, la sacerdotisa sumeria Enheduanna utilizó la religión y la literatura para consolidar su influencia en un mundo dominado por hombres.
2/3
Foto: N
Más allá de la política, otras mujeres hicieron historia a través de la guerra. Artemisia de Halicarnaso demostró liderazgo militar en el siglo V a. C., mientras que Boudicca y Tomiris encabezaron rebeliones contra imperios poderosos. Estas figuras desafían la idea de que el poder femenino solo existía en la sombra, mostrando que el control directo y la estrategia también fueron herramientas de liderazgo.
3/3
Foto: N
El concepto de poder ha cambiado con el tiempo, pero la historia demuestra que las mujeres no fueron simples espectadoras. Aunque el acceso a los espacios de decisión sigue siendo un desafío, su rol en el pasado evidencia que la lucha por la equidad tiene raíces profundas. Las figuras de la antigüedad no solo fueron excepciones, sino reflejo de una constante: el poder femenino siempre ha existido, solo ha sido contado de otra manera.