En el Monumental los silbidos se cambiaron por vítores.
1/2
Foto: N
Tras ser abucheado al ingresar por su propia parcialidad, el dueño de casa jugó uno de sus mejores partidos en lo que va de la temporada, pero chocaba contra un muro llamado Tomás Durso, el arquero del Decano, que se convirtió en figura al ahogar una y otra vez el grito de gol millonario. Su contrapartida, Armani, también hizo lo suyo al cerrar su arco en algunas ocasiones, respondiendo cuando todo su equipo buscaba el triunfo y dejaba algunos huecos aprovechados por la visita.
2/2
Foto: N
Los de la banda manejaban la pelota, con un Mastantuono que recibía y picaba para buscar la devolución, mientras el resto tuvo la claridad necesaria para distribuir la pelota y darle profundidad a su equipo. Facundo Colidio pudo romper la barrera creada por el guardameta visitante con un remate que entró contra el palo derecho, cuando promediaba el segundo tiempo. Hacia el final Simón fue expulsado innecesariamente, pero no influyó en el juego.