A las puertas del policlínico Gemelli, en Roma, se arracimaban los fieles y las cámaras de televisión de diferentes países, por lo cual Francisco, de 88 años, decidió salir en silla de ruedas al balcón de la habitación que ocupaba en el nosocomio y saludo mientras agradecía el apoyo recibido durante su hospitalización, en la que sufrió dos graves crisis que pusieron su vida en peligro.
2/2
Foto: N
Antes de partir alcanzó a decir: “Gracias a todos”, en voz muy queda, y reconoció a una de sus seguidoras manifestando: “Veo a esa señora con las flores amarillas, que bien”. Luego de esto, rápidamente fue llevado hasta el pequeño utilitario que habitualmente usa para sus desplazamientos, y en él, usando una cánula por donde le suministraban oxígeno por la nariz, fue trasladado hasta su residencia en la casa Santa Marta, en el Vaticano.