El eterno romance institucional con la ultraderecha del país.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) no solo pretende imponer sus reformas en el Congreso nacional, decidiendo el programa económico del gobierno de Javier Milei, sino que también alecciona a los argentinos sobre cómo deben votar en los próximos comicios legislativos, asegurando que “el país tendrá elecciones en octubre y es fundamental que no descarrile la voluntad de cambio”.
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Después de aportar a la Argentina el primer desembolso de 12 mil millones de dólares, Gueorguieva se metió de lleno en la campaña electoral e hizo pública -en un hecho insólito- su militancia por La Libertad Avanza. En la asamblea de primavera del FMI y del Banco Mundial derrochó elogios a los resultados de la gestión de Luis Caputo y hasta tomó como propio el latiguillo que repite el ministro de Economía: “Esta vez es diferente”.
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Las declaraciones proselitistas fueron repudiadas por el amplio arco de la oposición, con encendidas respuestas en las redes sociales, sobre todo cuando la economista búlgara (luciendo en el pecho una insignia con la imagen de la motosierra) aseguró que las entidades internacionales crediticias ofrecen un salvavidas cambiario-electoral, y luego destacó el desmantelamiento del Estado argentino elogiando la tarea del ministro Sturzzenegger.
