Ayer por la tarde cortaron la cinta en una nueva edición ferial del acontecimiento literario más grande de Argentina, en el predio de la Rural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A cargo del acto estuvo Leonardo Cifelli, secretario de Cultura de la Nación, al cual -desde el principio- apuntaron con silbidos y frases de rechazo, y luego un grupo de escritores lo escrachó levantando fotos de Osvaldo Bayer, en referencia al monumento que fue demolido en marzo en la entrada de Río Gallegos.
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Foto: N
Juan Sasturain (renombrado creador historietista) dio un discurso inicial con “un elogio al libro abierto y usado”, con varios guiños literarios a Roberto Fontanarrosa, Enrique Santos Discépolo y Héctor Oesterheld, y donde -remedando el lenguaje de la ultraderecha gobernante- afirmó que no son “clientes, socios, cómplices, usuarios, inversores, seguidores de pantalla, apostadores, trolls y todas las variables de la enfermedad utilitaria”, ni “competidores seriales y expertos en liderazgo”, sino “náufragos y sobrevivientes”.
