Frente al Congreso se realizó la acostumbrada marcha.
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Desde muy temprano los militantes peronistas comenzaron a agruparse para demostrar su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner tras la condena por corrupción y su prisión domiciliaria. Durante la manifestación sonaban a todo volumen canciones cuyas letras se ajustan a los reclamos del justicialismo, como "Todo preso es político", de Los Redonditos de Ricota, o bien de artistas anti Milei.
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La jornada transcurrió sin incidentes porque casi no hubo presencia policial y no se aplicó protocolo antipiquetes, lo que ayudó a que el clima se mantuviera distendido. Entre los que conformaban la multitudinaria manifestación se pudo a ver a integrantes de La Cámpora, del Frente Grande, del Frente Renovador y del movimiento Derecho al Futuro, además de representantes sindicales de la ATE, Smata y la UOM, aunque con la CGT ausente.
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La movilización de la clase pasiva, menos nutrida que de costumbre porque la atención estaba concentrada en Plaza de Mayo, se produjo ante un Senado que aún debe tratar el proyecto de ley que ordena un aumento de los haberes, un bono para quienes cobran la mínima y la extensión de la moratoria por dos años, y que fuera aprobado en Diputados, pero con la amenaza encima del veto presidencial en caso de ser aprobado.
