El último año fue el más letal para quienes arriesgan su vida en zonas de crisis.
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El 2024 cerró con un dato alarmante: 383 trabajadores humanitarios fueron asesinados en zonas de conflicto, lo que marca un récord desde que existen registros. La cifra incluye a más de 180 víctimas en Gaza, en el marco de la guerra entre Israel y Hamás, según confirmó Naciones Unidas en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, remarcó que estas muertes no son solo números, sino vidas arrebatadas en medio de la indiferencia global.
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El organismo señaló que, aunque la labor de estos cooperantes resulta vital para asistir a comunidades atrapadas por la violencia, la falta de protección y de rendición de cuentas expone a miles de personas al mismo riesgo. Fletcher llamó a los Estados y a la comunidad internacional a asumir responsabilidades, proteger a los civiles y garantizar que los trabajadores humanitarios puedan cumplir con su misión sin convertirse en blanco de ataques.
