Pese a todo busca obtener riquezas hasta con fuerza militar.
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La Cancillería venezolana denunció que ayer un barco petrolero de Venezuela fue asaltado por fuerzas militares de EE.UU., a pesar de la declaración de ilegalidad de la ONU, “dejando al descubierto las razones de la agresión” norteamericana en el Caribe, constituyendo “un acto de piratería internacional”. Asimismo, dio a conocer que la maniobra fue “reconocida de manera pública” por el presidente estadounidense, y coincide con el “plan deliberado de despojar” al país sudamericano de sus “riquezas energéticas”.
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En Honduras, mientras tanto, la Comisión Permanente del Congreso Nacional denunció, también ayer, un golpe electoral en curso tras las elecciones del 30 de noviembre, y condenó la injerencia inadmisible del presidente estadounidense, a quien acusa de coacción y manipulación de la voluntad popular. En el comunicado condena “de manera absoluta” las declaraciones del mandatario estadounidense, realizadas 72 horas antes de las elecciones, amenazando y coaccionando a los ciudadanos hondureños.
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La presidente de México, Claudia Sheinbaum, tuvo que salir ayer a reafirmar la soberanía nacional, al rechazar la idea de una intervención militar en territorio mexicano planteada previamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien mencionó la posibilidad de extender las operaciones militares antidrogas a países como Colombia y México, intensificando su accionar en el Caribe, pese a que la ruta principal del narcotráfico es la del océano Pacífico.
