El sentenciado había sido absuelto en primera instancia y liberado.
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Esta es una sentencia histórica, con una condena a 27 años y 6 meses de prisión por la muerte de la adolescente argentina, asesinada en 2014 en una playa de Barra de Valizas, Uruguay. El perpetrador estaba preso desde mayo de 2022, y el delito es "homicidio muy especialmente agravado", destacando el juez, Giménez Vera, la peligrosidad del acusado y sus antecedentes penales.
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En la sentencia se descuenta el tiempo de detención preventiva, y refleja la determinación del tribunal en este caso emblemático. A pesar de la solicitud de la fiscalía de aplicar la pena máxima, el juez consideró que no se cumplían todos los agravantes. El hallazgo del culpable fue posible gracias al ingenio de una genetista, que logró rastrear el ADN en la escena del crimen hasta dar con el culpable, quien había sido denunciado por un robo en la frontera con Brasil.
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El caso ha sido seguido con atención internacional y revela el poder de la ciencia forense en la resolución de crímenes, más la importancia de la perseverancia de los investigadores. A pesar de los desafíos y los años transcurridos desde el brutal asesinato, la Justicia finalmente logró impartir un veredicto que ofrece algo de paz a la familia de la víctima y a la sociedad en su conjunto.
