Corrientes, Capital,
27 de agosto de 2024 - foto reportajes
Falta de acceso a los alimentos nutritivos
El reto de llenar estómagos vacíos en Corrientes y las graves consecuencias para los niños.
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Foto: Joaquin Meabe
En el barrio Jardín, de la ciudad capitalina, el merendero Santa Rita se ha convertido en un salvavidas para muchas familias. Aunque solo puede ofrecer chocolate caliente y alimentos en paquetes algunos días del mes, este espacio es crucial para los niños que buscan un sustento, a pesar de la insuficiencia nutritiva de lo que reciben.
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Foto: Joaquin Meabe
De acuerdo a un informe, publicado el 12 de agosto, más de un millón de niños argentinos han tenido que saltearse una comida diaria debido a la falta de dinero. Este alarmante dato refleja el impacto directo de la crisis económica en los hogares más vulnerables.
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Foto: María Daniela Varela
Según Luisa Brumana, representante de Unicef en Argentina, recortar consumos básicos como la carne o la leche, o incluso saltear comidas, afecta no solo el presente, sino también el futuro de los niños, comprometiendo su crecimiento y desarrollo.
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Foto: Joaquin Meabe
Como en muchos barrios vulnerables, el Santa Rita enfrenta dificultades para operar debido a la falta de fondos y recursos. En algunos casos estos espacios se han visto obligados a dejar de funcionar, dejando desamparados a quienes dependían de ellos.
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Foto: Joaquin Meabe
Aunque a veces reciben donaciones de alimentos, estas suelen ser insuficientes, tanto en cantidad como en calidad, por lo que, para proporcionar una dieta nutritiva adecuada para los niños, se necesita mejorar el aporte y facilitar la obtención de las mercaderías mediante la presencia estatal.
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Foto: Joaquin Meabe
A medida que la crisis económica se profundiza, estos espacios se vuelven cada vez más necesarios, pero también más limitados en su capacidad de respuesta, ya que no existen políticas que los protejan, y eso influye directamente en la paupérrima situación de los niños.
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Foto: María Daniela Varela
Cada vez que logra conseguir algo los niños se acercan con la esperanza de completar su merienda, conscientes de que quizás esa sea la única comida del día. La incertidumbre de no saber si podrán comer es una realidad que afecta a miles de niños en Argentina, exacerbando la desigualdad y la vulnerabilidad.
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Foto: Joaquin Meabe
Estos lugares se han vuelto imprescindibles en los barrios mas pobres de la ciudad. Aunque no deberían ser la única fuente de alimento para los niños, la creciente crisis económica hace que su existencia sea vital para la supervivencia de muchas familias.
