Ambos funcionarios se reunieron en la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G20 en Río de Janeiro, y durante la misma el secretario británico repitió los argumentos que desplegó en las redes sociales: las Malvinas pertenecen al Reino Unido y con la Argentina sólo habrá intenciones de mantener buenas relaciones diplomáticas.
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La canciller le cuestionó que haya viajado a las Malvinas, que desplegara un discurso político por afuera de los cánones diplomáticos y que se negara a respetar las resoluciones de las Naciones Unidas, las que instan a las dos partes en conflicto a iniciar un proceso de negociación para terminar con la disputa territorial.
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El secretario del Foreign Office (equivalente al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto) manifestó el continuo apoyo al derecho de autodeterminación de los habitantes de las islas Falkland (Malvinas), pero señaló que esto no impediría la cooperación en áreas que serían mutuamente beneficiosas para ambos países.
