Cada 23 de septiembre se recuerda la urgencia de erradicar crímenes que violan los derechos humanos.
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Sirviendo de recordatorio de la primera ley mundial contra la prostitución infantil, promulgada en Argentina en 1913, en este día se subraya la lucha continua contra las graves violaciones a los derechos humanos que representan estos delitos, en los que las víctimas son sometidas a situaciones de abuso y violencia extrema, privadas de la libertad y dignidad por redes criminales.
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Instituido en 1999, este día busca concientizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger a las comunidades de estos crímenes, así como de promover decisiones éticas para evitar contribuir, directa o indirectamente, a estas redes de explotación, ya que no solo son expresiones brutales de violencia, sino que también reflejan un sistema que mercantiliza la vida de miles de personas, principalmente mujeres y niñas.
