Aunque el Gobierno sostiene que la recesión terminó y que la economía se recupera.
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El Frente Productivo Nacional informó que, además de las pequeñas y medianas empresas cerradas, la misma suerte corrieron 10.000 kioscos y almacenes, lo que corresponde a la pérdida de 160.000 puestos de trabajo en el sector. Teniendo en cuenta la caída del consumo interno, el aumento de los costos de servicios y la dificultad para exportar debido a un dólar poco competitivo, el sector está al borde de la desaparición.
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Desde la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) aseguraron que la segunda mitad del año ha sido especialmente dura, y entre julio y octubre 6.500 empresas dejaron de operar, sumándose a las 10.000 que ya lo habían hecho en el primer semestre. La situación está vinculada a la continua contracción de la demanda interna, que golpea de lleno en las ventas de comercios minoristas y los servicios.
