Los incendios forestales alteran el ciclo hidrológico.
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Foto: Joaquin Meabe
Los incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas en Latinoamérica en 2024 y que siguen actualmente afectado muchas zonas, dejan consecuencias que van más allá de la destrucción de la vegetación y la contaminación del aire. Expertos advierten que estos desastres afectan directamente el ciclo hidrológico, alterando la disponibilidad de agua en las regiones afectadas.
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Foto: Joaquin Meabe
La destrucción de la vegetación impide la absorción y retención del agua en el suelo, lo que aumenta la evaporación y reduce la humedad ambiental. Como consecuencia, las regiones afectadas pueden enfrentar sequías más severas y una menor disponibilidad de agua a largo plazo.
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Foto: María Daniela Varela
Además, el fuego acelera la erosión del suelo, lo que incrementa el escurrimiento del agua de lluvia y puede derivar en inundaciones repentinas. Las partículas de ceniza y otros contaminantes en la atmósfera alteran la formación de nubes, modificando la cantidad y distribución de las precipitaciones. A esto se suma la contaminación de ríos, lagos y embalses con metales pesados y sustancias tóxicas. (Información de National Geographic)