La salida del fotógrafo expone las tensiones entre imagen, poder y verdad.
1/2
Foto: N
El pasado 31 de marzo, el fotógrafo Kaloian Santos fue despedido de la Secretaría de Cultura de la Nación tras 13 años de servicio. Su salida coincidió con la publicación de una imagen clave: fue él quien, el 12 de marzo, en la movilización en apoyo a los jubilados frente al Congreso, retrató al cabo Guerrero disparando de forma irregular una granada de gas lacrimógeno, cuyo impacto dejó gravemente herido al reportero gráfico Pablo Grillo.
2/2
Foto: N
La fotografía de Santos permitió identificar al agresor gracias a la etiqueta visible en su uniforme y fue central para reconstruir los hechos. Sin embargo, su desvinculación fue “irrevocable”, según le informaron desde ATE tras exigir explicaciones. Aunque el argumento oficial niega motivos profesionales, desde el gremio aseguran que la orden "vino de arriba". En la misma jornada, fue el único trabajador despedido de la dependencia.